Acaba el puente, y acaba siendo uno de los más trágicos en las carreteras… es triste que siempre andemos a vueltas con lo mismo…
Aunque a veces uno ve cosas que le hacen pensar que lo raro es que no haya más accidentes… en concreto, el sábado por la noche tuve el dudoso placer de ver a un energúmeno que espero que se haya estrellado contra una tapia, porque se lo estaba ganando a pulso…
Sábado, once de la noche, y un cuatro imbéciles, uno al volante, y otros tres riéndole las gracias, a unos 100 kilómetros por hora, derrapando y quemando neumáticos, en medio de «la zona» de copas… en concreto, vi ese Audi A4 bajando la cuesta del Divino, y 10 minutos más tarde, tomando como circuito de carreras la zona del Emboque…
Lo dicho… si no lo hizo el sábado por la noche, ojalá no tarde mucho en estrellarse contra un muro bien gordo… así al menos no lo hará contra un peatón o contra otro coche que se coma una buena galleta sin comerlo ni beberlo. En este país, de otra cosa no, pero de gilipollas estamos surtidísimos….
Aparte de eso, la noche del sábado estuvo bien… un poco corta, pero bueno… tuvimos una importante falta de organización….
Por cierto, que anoche por fin, y tras mucho oir hablar de ese sitio, estuve cenando en el Mamma Mia, un restaurante italiano sito en algún lugar de Cueto (me llevaron en coche, y era de noche, tampoco presté mucha atención…) Hasta las orejas nos pusimos de comida, un sitio más que recomendable, sí señor… pero bueno, cuando un italiano recomienda un restaurante ídem, es por algo…
Seguiremos informando…