Escrito el 16-08-2003

Se me olvidaba… el tiempo que estuve ayer despierto, lo aproveché bien, y me terminé el libro que me traía entre manos (que sólo me ha durado un par de días), el último de Eduardo Mendoza, «El último trayecto de Horacio Dos«. Muy al estilo de «Sin noticias de Gurb«, no tan disparatado, pero con el mismo estilo de diario de a bordo,  ciencia ficción cañí… divertidísimo.


Hoy he empezado otra lectura no mucho más seria, Tom Sharpe, «Vicios Ancestrales«. Por lo que he leído hasta ahora, en su línea…


Y es que el vicio de la lectura, por mal visto que esté estos días, no hay que perderlo, como bien dice Fito. Aunque yo lea sólo 😉


PD: Para mis lectores que no anden por la tierruca: ayer pasó lo que tenía que pasar… después de tanto calor, se puso a llover… a diluviar más bien, y apenas ha parado desde entonces. Esto es Santander, al fin y al cabo. Las precipitaciones han sido en forma de lluvia y de mandos a distancia. Esto último, cortesía de mi sobrino, angelito, que siente cierta atracción por el lanzamiento de objetos por ventanas abiertas. Vive en la calle 3 de Noviembre, en un cuarto piso. Aviso por si pasa alguien por allí, que lleve paraguas :p

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