La respuesta del diario Público

No sé si recordarán, pero hace unas semanas apareció una de mis fotografías, sin citarme ni pedirme ningún tipo de permiso, en el diario Público. Para exigir una explicación, escribí una carta que publiqué aquí, y envié a su sección de Opinión, a la de Culturas (donde se publicaba la fotografía), y también -más resumida- a través del formulario de contacto que tiene el periódico en su página web.

Me hicieron caso. Omiso. No obtuve respuesta de ninguna clase, así que al cabo de un par de semanas, recordándolo, y molesto por su falta de educación, descolgué el teléfono y llamé directamente al periódico.

[OE]Me pasaron con una persona relacionada con la sección de Culturas, y no acertó a darme ninguna explicación. Se intentó disculpar echando balones fuera: no había sido ella quien se había encargado ese día, esa sección (la agenda) es la única que no lleva nunca pies de foto (le hice notar que eso no les da permiso para utilizar cualquier fotografía, obviamente), que si la abuela fuma… Finalmente me ofreció sus ¿disculpas? de un modo bastante extraño (como perdonándome la vida), así que dediqué unos minutos a dejar (más) clara mi indignación por la ausencia de respuestas y de explicaciones, y por su comportamiento. Todo ello de manera educada, por supuesto. Tras eso, me pidió mis datos de contacto y quedó en intentar averiguar algo más y llamarme para intentar explicar mejor el asunto.

Hace unos días recibí una llamada de la misma persona, y me contó que tras consultar a la persona responsable de la agenda el día de mi fotografía, habían llegado a la conclusión de que la culpa no había sido suya: la fotografía se la pasó directamente la empresa organizadora del concierto (de Sergio Makaroff en Alburquerque), y ellos la utilizaron sin más. Les pedí el nombre de esa empresa, y les agradecí la información.

Desde mi punto de vista, tienen su parte de razón: si a mí me llega una nota de prensa (y me llegan) entiendo que puedo utilizar ese material para promocionar el evento de que se trate. Para eso se envía ese material. Yo no me suelo preocupar de rastrear el origen de unas fotos promocionales cuando me las envía un grupo, una promotora, etc. Doy por supuesto que ellos ya se han encargado de ello. Visto así, Público no tendría culpa.

Eso me lleva, claro está, a señalar con el dedo a la empresa que utilizó mi fotografía: Yo Soy Comunicación, o al menos eso me dijeron desde el periódico. No he conseguido localizarlos, pero si realmente están utilizando mis fotografías para promocionar sus eventos, están actuando mal. Una pena no tener su teléfono para pegarles el pertinente tirón de orejas.

Eso sí, tengo ahora más y mejores cosas en la cabeza que ponerme a tirar de todos estos hilos, por una foto que -recordemos- tiene una licencia Creative Commons mediante la cual la pongo a disposición de quien quiera (cumpliendo unos mínimos requisitos que no se han dado en este caso). Si no tuviese otra cosa que hacer, y quisiera que se hiciese justicia, apretaría las tuercas a Público: ellos han sido los que han publicado la imagen, y los que tendrían que demostrar -legalmente- que la responsabilidad es de esa empresa de comunicación.

En fin. Que tampoco le voy a dar más vueltas. Público me ha ofrecido una explicación, me convence a medias, pero me irrita que haya tenido que tomarme tantas molestias e insistir para obtenerla.

Seguiremos fotografiando.