Cuando los organizadores no cumplen las bases de sus concursos

Este fin de semana comienza en Santander el II Festival del Mar, una cita que llenará nuestra bahía de grandes veleros. Ya en 2002 recibimos en la ciudad a la regata Cutty Sark, en 2005 se celebró el primer Festival con motivo del 250 aniversario de la ciudad, y ahora se repite el evento, englobado dentro de la candidatura de Santander a la capitalidad europea de la Cultura. Siempre ha sido todo un espectáculo, así que bienvenido sea.

Ayer me encontré por casualidad en un restaurante un folleto sobre el evento. Pensé que iba a ser el programa, pero no: era un formulario para inscribirse en una regata Amsterdam – Santander, y llegar a nuestra ciudad en alguno de los veleros que participan en el Festival. Nada más abrir el folleto me encontré con una de mis fotos, la brújula que aparece sobre estas líneas. Siempre hace ilusión encontrar una de mis imágenes ilustrando un evento de esta magnitud. Tras la sorpresa inicial, recordé que esa imagen en concreto la había presentando a un concurso sobre el Festival del Mar de 2005. No gané. pero está claro que la fotografía les ha venido muy bien. Investigando un poco he encontrado las bases de aquel concurso, para descubrir que el uso de la imagen por su parte ha sido fraudulento: debería aparecer mi nombre.

[OE]Ante todo: se trata de mi fotografía. De eso no tengo ninguna duda. Pueden comparar el folleto que encabeza este artículo con la imagen original, tomada desde la cubierta del velero Shabab Omán:

Presenté la fotografía al concurso organizado por Villas del Cantábrico, y no gané. En su día me di por satisfecho al comprobar que en un reportaje sobre el concurso por la televisión local, esta fotografía llenó la pantalla durante unos cuantos segundos. Pero ahí quedó todo.

Leí y acepté las bases de aquel concurso. Ya las había olvidado, pero al reencontrarlas ahora se puede comprobar directamente su postura respecto a las fotografías no premiadas:

Los concursantes autorizan a la organización del concurso la reproducción de sus obras en cualquier medio sin abono de derechos. La organización citará el nombre del autor en las posibles reproducciones.

Así pues, tienen todo el derecho del mundo a usar mi fotografía en sus campañas, pero no así: deben citarme. Obviamente, mi nombre no aparece por ninguna parte del folleto.

Me parece fantástico que alguien organice un concurso fotográfico para hacerse de una colección de imágenes de manera económica: lo que se gasten en premios siempre será menor que el precio de contratar a un fotógrafo para un reportaje tan exhaustivo. Ahora bien, tienen que indicar claramente en las bases del concurso que pueden utilizar las fotografías no premiadas para sus fines particulares. En este concurso lo hacían, y los que nos presentamos lo leímos y lo aceptamos.

Yo, como concursante, acepté y cumplí las bases del concurso. Villas del Cantábrico las ha incumplido y, mala suerte, me he dado cuenta. Supongo que esta pataleta no quedará aquí, y me pondré en contacto con ellos: creo que se les ha traspapelado una explicación, y me la deben.

En cualquier caso, habrá que visitar el puerto este fin de semana. Guardo un buen recuerdo del anterior festival. Seguiremos fotografiando.

PD: Ojo, este año vuelve a haber concurso de fotografía y en sus bases también indican que se quedarán con todas las fotografías no premiadas, pero en este caso ni siquiera tendrán que citar al autor para utilizarlas. El que se presente, que lo tenga en cuenta.

4 comentarios en “Cuando los organizadores no cumplen las bases de sus concursos

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