Como una escena de El Viaje de Chihiro

Escuchando: M (Los Piratas)

‘M’ nunca dudó que me quería a pesar de todo
pero el día que se fue, no le importó dejarme solo
‘lo hago por ti’, me dijo; ‘ya verás, sin mi estarás mejor’
Y me dio un beso en la mejilla, cogió la puerta y sonrió

Un concierto sencillo: una guitarra, un bajo, una batería y una voz inconfundible; un puñado de buenas canciones, temas propios, de Piratas, y alguna versión (¿eso no era Daft Punk?); simpatía, mucha gente, una sala pequeña -pero hasta arriba-, y el final que se merecía la noche, con Insurrección. Y todo, a pie de playa.

Si os lo perdísteis, allá vosotros…

Seguiremos informando…

PD #1: Eso sí, patrocinaban ellos, así que desgraciadamente no había cerveza de verdad: sólo Coronita.

PD #2: M es una canción genial, pero siempre me la jode ese encima mía de la letra…

Negligencia, tedio o descuido en las cosas a que estamos obligados

Escuchando: Low (Coldplay)

Hoy me vence la pereza, me ha vencido de hecho; la pereza y el cansancio. Así que os dejo una foto, que no tengo muchas ganas de escribir, aunque me deje en el tintero lo del musical de Queen en Santander, o lo de las tiendas de revelado de fotos paranoicas en el Reino Unido, o lo del nuevo disco de Dream Theater, o lo de esa película que programan esta semana, en versión original, en el cine Los Ángeles

En otro momento… seguiremos informando…

Intel Inside, Apple outside

Escuchando: Don’t drop that bomb on me (Bryan Adams)

Había rumores, no se hablaba de otra cosa, y se han confirmado. Steve Jobs ha soltado la bomba: a partir de 2006, los ordenadores de Apple utilizarán microprocesadores de Intel. Sorpresa, sorpresa, toda su presentación la ha realizado con un Tiger corriendo sobre un Pentium. Esto va a dar mucho, mucho, mucho que hablar…

Seguiremos informando…

Fuente: faq-mac.

Sushi para principiantes

Escuchando: Tell me what the Sun said (The Bellrays)

No pensé que esa idea que solté el viernes («tenemos que ir un día a cenar al japonés») iba a tener ese poder de convocatoria: ocho fuimos los que nos sentamos ayer a la mesa del único (que yo sepa) restaurante japonés que tenemos en la ciudad…

Era la primera vez que probaba la comida japonesa, y sinceramente: deberíamos haber ido hace tiempo. Fue todo un descubrimiento, una gozada, todo estaba increíblemente rico. No puedo compararlo con otros japoneses porque no tengo punto de referencia, así que no sé si el sitio es bueno o malo. Lo que sé es que todos salimos encantados de allí, después de haber dado buena cuenta de gran parte de los platos del menú, la verdad es que comimos de todo, en abundancia, y por veinte euros, de lujo. Y los camareros, muy simpáticos, a pesar de las herejías que hizo alguno con las salsas…

Oh, y el sushi. Ah, el sushi. Qué delicia.

Recomendable, sin duda. Habrá que repetir.

Seguiremos digiriendo.

PD #1: El resto de la noche de ayer, curiosa, muy curiosa. Un poco loca, y muy divertida. Y eso que llegué a casa prontito. Porque cuando se llega de día, no es tarde, es prontito por la mañana.

PD #2: Esto de comer con palillos nunca ha sido mi fuerte, aunque ayer puse todo mi empeño en ello, y al final ya no lo hacía ni tan mal.

Canciones con (mi) historia #1

Escuchando: Only You (The Flying Pickets)

El otro día vi un anuncio por la tele, y la canción me resultaba muy conocida. Al principio no la identificaba, pero me sabía la letra, me sabía la melodía… unos segundos más tarde, caí: era una versión del Only You, de Yazoo. Y entendí por qué me sonaba tanto, me traía un montón de recuerdos.

No la versión original, tampoco esta nueva versión, sino otra versión que hicieron hace unos años The Flying Pickets, un grupo a capella. Tenía un disco suyo, y fue uno de los que llevé a un fin de semana con amigos, en una casa, en un pueblo, hace ya muchos años.

Siempre fuimos un grupo de amiguetes muy cantarín, y solíamos pasar horas y horas bebiendo, o no, pero cantando, destrozando, o no, un repertorio de lo más variado (desde Revolver a Bon Jovi, pasando por Cómplices, Extreme o Scorpions). En fin, años de juventud.

Recuerdo muy bien aquella noche. Casi todos se habían retirado ya, pero nosotros tres no teníamos mucho sueño, así que nos pusimos a desvariar. Mis dos amigos eran de los que saben cantar: se pasaran muchos años de éxito en éxito con el coro del colegio. Ellos siempre tuvieron el oído, y yo sólo la memoria para las letras. Escuchamos el disco de Flying Pickets, y nos pusimos a hacer el tonto. Escribíamos (nos inventábamos) las letras en el papel de una caja de galletas. Grabábamos nuestros experimentos en el radio-casette que siempre llevábamos a esos fines de semana, utilizando el espacio sobrante de una cinta de Bon Jovi. Cantamos mucho, repetimos muchas veces; grabábamos, borrábamos, despertábamos al resto, se volvían a dormir.

Horas después, cuando finalmente nos venció el sueño, quedó por ahí una cinta con tres canciones, sólo unos pocos segundos que nos llevaron mucho tiempo, y que se acabaron convirtiendo en un recuerdo del que todavía nos reímos…

Yo tengo aún la cinta por ahí, tirada en un cajón…

Molto Bono

Escuchando: One (U2)

No dejó de tener su puntillo surrealista la noche de ayer. Y es que ir a un concierto de unos imitadores de U2, tiene su cosa. La gira de los italianos Achtung Babies hizo escala anoche en Santander, después de haber recorrido media España.

Son imitadores, pero oficiales, bendecidos y licenciados por los irlandeses. Y la verdad es que fue eso: surrealista pero divertido. El falso Bono se parecía al original, y hay que reconocer que su voz era sorprendentemente similar. Súmese a todo esto el resto de los detalles: vestuario, imágenes proyectadas, movimientos, gestos, bailes y comentarios calcados a los de los originales, y el resultado fue.. divertido. Nos juntamos además casi todos los que estaremos el día 11 en Madrid viendo a los reales, así que no los tomamos commo un ensayo general. A ver si nos sabíamos la canciones…

Sonaron bien. Aunque es una frase que tendría que poner entre comillas: la acústica de la sala D’Manu, la única sala grande de conciertos que tenemos en Santander, es lamentable. Dos grandes telones ocultaban ayer media sala, me imagino que con doble intención: evitar rebotes de sonido en el recinto medio vacío, y evitar que los pocos que fuimos pareciéramos aún menos… Pero ni por esas: parecíamos pocos y sonaba fatal.

En cualquier caso, nos echamos unas risas, unas fotos, y sirvió para hacer más planes: gastronómicos (hoy, cena japonesa) y musicales (la semana que viene, Iván Ferreiro, en Santander)

Seguiremos informando.