El columpio asesinó

Escuchando: La muerte de un trompetista (El columpio asesino)

Ayer, fiesta de presentación del Santander Summer Festival, con sesión de conciertos en la sala D’Manu

¿Mis impresiones de la noche? Un poco de todo…

Por un lado, es bueno tener una sala grande, donde se puedan organizar conciertos sin miedo a denuncias de vecinos, sin suspensiones policiales, etc. Desgraciadamente, la acústica deja mucho que desear; o al menos lo hizo ayer. También es curioso que tenga una columna justo delante del escenario, en el centro.

Sobre los conciertos en sí: primero tocaban cuatro grupos de Cantabria: dos de música electrónica y dos de pop. Los de electrónica sonaron bien, especialmente los segundos, con un importante despliegue instrumental. Los de pop… bueno. Hacia dónde, el grupo del jugador del Racing, siguen siendo como les recordaba: un clon barato de La Oreja de Van Gogh. Sin gracia y empalagosos, oirlos era como comerse diez kilos de algodón de azúcar. A los veinte segundos dejé de prestarles atención. Lazy, los otros, no hicieron nada espcial: tan sólo dar una rotunda lección de buen hacer y buen sonido sobre el escenario. Bravo por ellos.

Después vinieron los grupos protagonistas de la noche: El Columpio Asesino y los norteamericanos The Fever. Éstos últimos sonaron relativamente bien, a pesar de la sala, pero la sorpresa la dieron El Columpio Asesino: geniales, muy, muy, muy buenos en directo. Su disco es arriesgado, y conseguir ese sonido encima de un escenario no debe de ser fácil; ellos superaron la prueba con nota; mención especial merecen ese batería/cantante de energía desbordante, o ese teclista con sus precisos y preciosos toques de trompeta. Grande.

Eso sí, yo creo que hubo más músicos que público. Éramos cuatro gatos, o lo parecíamos en una sala tan grande. Una lástima. Luego nos quejaremos de que sólo tenemos conciertos de triunfitos.

Seguiremos informando…

Más vale Magia que Fuerza

Escuchando: By this river (Brian Eno)

«Si existe alguna magia en este mundo, debe estar en el intento de comprender a alguien al compartir algo… lo sé, es casi imposible lograrlo, pero.. ¿qué importa eso? En el intento debe de estar la respuesta…»

Mi complejo de salmón. No es quue vaya a contracorriente a propósito, pero una vez más, lo voy a hacer: me da igual que hoy se estrene el episodio tercero. Que sí, que seguro que está bien; que por fin nos enteraremos del origen de ese casco negro con problemas asmáticos. Vale. Pero, ¿qué quieren que les diga? Para mí, La Guerra de las Galaxias siempre serán aquellas tres pelis de cuando era niño. Los dos episodios nuevos los he visto bastante después de su estreno, y ya directamente en dvd. Y me parecieron bastanta poca cosa, un intento de seguir explotando la fórmula, con más medios, y poco más. El episodio I, flojito; y el episodio II, una memez, un videojuego en el que no se puede jugar. Así que sí, la tercera parte (para mí siempre será la sexta) estará muy bien… pero que no me esperen en el estreno… ya la veré algún día.

Hay películas tan pobres que sólo tienen dinero. Y luego hay otro tipo de cine, esas historias que me emocionan. Hoy me he venido a casa con lo que para mí es un pequeño tesoro. Estas dos películas. Sí, de la segunda ya hablé en su día, así que me moría de ganas de ver la primera parte.

Después de comer, me he encerrado en mi habitación, y con la ansiedad de un yonki cinematográfico, me he dejado caer en ese tren Budapest – Viena. Y he conocido el origen de la historia de Jesse y Celine.

La verdad es que me gustaría que alguno de vosotros viera estas películas, o me contase sus impresiones si ya lo ha hecho. Porque ya no sé si es que me estoy volviendo un blando, y me emociono con historias románticas que antes me hubiesen parecido ñoñas… o es que estas dos películas son realmente tiernas, divertidas, especiales e inteligentes.

Y para mí, que va a ser lo segundo.

Y si no lo es, me da igual. Me encantan. Creo que voy a volver a ver Antes del Atardecer.

Seguiremos informando.

PD: Esta noche, por La 2, otra película destacable. Aunque con un peligro: es, posiblemente, una de las películas más tristes que haya visto nunca. Pero triste, triste, triste. Es preciosa, pero triste; avisados quedan.

Pues yo ya las tengo…

Escuchando: The loneliest girl in the world (Sterlin)

Mis entradas para el Santander Summer Festival, y para su concierto de presentación, este viernes en la sala D’Manu, que ya tenía ganas de conocerla…

Seguiremos informando…

PD: Por lo que parece, (es lo que se cuenta en el
foro) sí que va a haber una rueda de prensa en el ayuntamiento, sobre este Festival. Será el día 1 de Junio (o sea: tarde tardísimo) y en ella se desvelará otro gran nombre que formará parte del cartel definitivo. Hagan sus apuestas. Soñar es gratis.

Hacienda somos todos

Escuchando: Love will tear us apart (Joy Division)

Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Ian Curtis, líder de Joy Division. Y como además tengo por aquí una entrada para ver la semana que viene a New Order en Barcelona, es el día más apropiado para volver a ver 24 Hour Party People.

Aunque tampoco es que necesite ninguna excusa para disfrutar de nuevo de esa genial película…

Seguiremos informando.

Código 46

Escuchando: Warning Sign (Coldplay)

Una historia de ciencia ficción, ambientada en un futuro que parece el presente, pasado mañana. Una película que recuerda a Gattaca por pasar de efectos especiales, a Blade Runner por la historia, incluso a Eternal Sunshine

Pero sobre todo, recuerda a otras películas de Winterbottom. Un director que se está especializando en saltar de género en género, demostrando que si tiene una buena historia, poco importa el envoltorio… un western nevado, un drama familiar y urbano, una comedia musical, un documental, un poco de sexo y música… todo le vale a la hora de crear una película que no pase desapercibida.

Y Código 46 tiene un poco de todas ellas, sobre todo de la soledad de Wonderland, y del desarraigo de In This World, con la que comparte más de lo que yo pensaba…

Y sobre todo, tiene su toque en planos bellísimos (un primer plano, cercano al final de la película es inolvidable), y en una banda sonora muy cuidada (que necesito conseguir) que remata la historia con un tema de Coldplay. Música del pasado para una historia del futuro que parece nuestro presente.

Una pena que la copia que tenemos aquí en Santander esté doblada. La mezcolanza de palabras de varios idiomas que usan los protagonistas de cuando en cuando, no queda muy bien tras la traducción. Habrá que verla en versión original.

Una pena también que la gente se queje de que no hay películas interesantes en cartelera, y esta noche hubiese tan sólo siete butacas ocupadas en el cine.

Hasta el jueves tienen ustedes tiempo de verla. Avisados quedan. No es la mejor película de este director, pero es con mucho, una película que sobresale poderosamente de la mediocridad habitual…

Seguiremos informando…